¿Si Eurovegas fuese Euro General Electric?
Yo me pregunto, ¿qué pasaría si en vez de Sheldon Adelson y su proyecto Eurovegas hubiese venido Steve Jobs (que en paz descanse) con un macroproyecto para instalar en España el centro de producción de Apple para Europa? ¿o Microsoft? ¿o Toyota? ¿o cualquier otra grande corporación interesada en invertir en España en un momento de crisis como el actual?
De hecho, teniendo en cuenta la crisis que está cayendo sobre nuestras cabezas, se ha montado poco revuelo por el desembarco de Mr. Marshall, como ya le comparan en algunos medios. La coyuntura económica está haciendo de sparring y absorbiendo las actitudes negativas y prejuicios que tradicionalmente levantan, entre la población, las inversiones de carácter turístico.
Aunque en primer lugar, todo sea dicho, Sheldon Adelson no se qué tipo de país cree que es España o que imagen tiene de nosotros. Quizás en Macao (donde ya ha invertido), por ser una región con un status “especial”, se pueden saltar a la torera las diferentes legislaciones que existan y mover los hilos a su antojo. Igual se piensa que España también es una región administrativa o protectora franco de Europa donde los políticos hacen y deshacen a su antojo… bueno, es que quizás tampoco va muy desencaminado…
Entre sus exigencias, hay algunos puntos que desde mi punto de vista son inadmisibles, por un lado porque vivimos en un estado de derecho donde las cosas funcionan de diferente manera; y, por otro, porque se está aprovechando de la situación de debilidad de España motivada por la crisis.
Está claro que a las grandes inversiones, independientemente del tipo que sean, hay que facilitarles el desembarco; pero de ahí a permitir despidos no remunerados (aunque ojo, la reforma laboral viene dura), no pagar seguridad social, no pagar la tasa de juego, no pagar el impuesto de actividades económicas, no pagar impuestos municipales y no aplicar la ley antitabaco me parecen exigencias de cara dura (que seguro en algún país las aceptan de buen agrado). Aunque ojo, se podría negociar, porque tenemos la ventaja de contar con una demanda potencial enorme, y no hablo de los españoles, sino de los millones de turistas que visitan España al año; y eso Sheldon Adelson lo sabe.
Pero volviendo a las exenciones fiscales que pide Mr. Adelson, ¿qué rentabilidad directa van a obtener las arcas públicas? Algún impuesto tendrá que pagar, ¿no? Si el Estado está recortando de “todos los lados” e intentando recaudar “de todos los lados”, ¿cómo se va a permitir que una inversión de este tipo esté exenta de contribuir a las arcas del Estado?
Ahora bien, hay que tener en cuenta los efectos multiplicadores del turismo y el impacto indirecto que tendría en la economía de la ciudad que lo acoja, siendo conscientes del carácter transversal de la industria turística. Eurovegas crearía más turismo, complementaría la estancia y las motivaciones de los turistas que vienen a España, y generaría nuevas motivaciones. En definitiva, un aliciente para captar más visitantes en un entorno tan competitivo y dinámico como es el turístico, incrementar el gasto turístico y la estancia media.
Todo ello, qué duda cabe, tendrá un impacto económico más allá del macrocomplejo, ya que todos los que vayan a Eurovegas no se van a alojar en sus hoteles, ni van a estar metidos 24 horas en sus casinos. Es más, muchos de los que visitasen Madrid o Barcelona optarían por visitar Eurovegas en el marco de unas vacaciones más amplias. Es más, en un futuro si la demanda lo decide, podría llegar a darse el caso de que las áreas colindantes al proyecto sean objeto de más inversiones de carácter turístico: más hoteles, restaurantes, centros comerciales, etc., generando así nuevas oportunidades económicas.
¿Acaso quienes visitan Las Vegas no salen de los casinos del Strip? No nos vamos a engañar, Las Vegas no es un destino cultural, pero hay mucho turismo itinerante y de auto-circuito, mucho turismo familiar y mucho turismo de ocio sin juego, y lo digo desde la experiencia de haber estado dos veces en esta fascinante urbe. Una urbe que, por cierto, para llegar a lo que ha llegado ha tenido que ofrecer beneficios fiscales a las empresas que se han asentado en ella más allá del ocio, turismo y juego.
Como dicen los sindicatos, “que nadie se ponga de rodillas”. Si fuese Apple, Microsoft, HSBC, Ford, Mercedes… entonces ¿cabría la posibilidad de al menos pensarse en “ponerse de rodillas” o incluso “bajarse los pantalones”? Pero claro, como el Turismo, a pesar de aportar más del 10% al PIB español, es eso, el Turismo, pues nadie toma en serio que una inversión de este tipo pueda contribuir a generar riqueza y bienestar económico (siendo conscientes de que algunas exigencias de Mr. Adelson deben revisarse desde mi punto de vista). ¿Qué los hoteles contaminan? ¿Y una fábrica de coches no o qué? ¿Y una refinería de petróleo tampoco?