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Bienvenidos/as a Viajando por el Mundo que intenta ser un punto de encuentro de todos aquellos viajeros que, de manera anónima, recorren el mundo. Viajeros que no van a la televisión o a la radio a contar sus peripecias, viajaros a los que no se les subvencionan los viajes; en definitiva, gente que dentro de sus posibilidades realiza viajes mucho más meritorios. Por ello, este blog se abre a la participación de cualquier persona que desee compartir sus experiencias. Podéis comentar los viajes de los viajeros o me podéis enviar los vuestros aquí. (Si a alguien no le funciona este enlace que deje un comentario ya que he borrado mi dirección por motivo del spam)


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martes, 5 de junio de 2007

MARRUECOS

MARRUECOS, o la tierra más lejana del sol poniente

Viaje de mi amiga Rosa

¡Viva el cuscús! Agosto de 2004. En avión hasta Málaga, en bus a Algeciras y en ferry hasta Tánger. En tren hasta Fez... sin reserva previa en hotel, con la guía Lonely planet y p’alante. Después continuaríamos a Meknès, mis tres amigas y yo, a Volúbilis, Rabat y Casablanca. Nos faltó por ver Marrakech, que es la 4ª de las ciudades imperiales de Marruecos, pero es que en 7 días... no pudimos hacer más.Los ferrocarriles de marruecos son trenes modernos, con compartimentos cerrados, aire acondicionado y azafatos muy amables con carritos. A través de los cristales puedes ver chabolas interminables con antenas parabólicas y toda la gente con móvil. Encontramos hotel y salimos a la calle camino a la Medina de Fez el Bali. Está listada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.




Es la más importante de Marruecos y la más grande de las ciudades medievales del mundo que todavía se encuentra habitada. Fez son tres ciudades en una: la ciudad nueva, fundada por los franceses en 1920, Fez el Bali y Fez el Jedid. Fundada en 799, años más tarde Fez se convertiría en la 1ª capital del reino de Marruecos, hasta que en 1913 los franceses le dan la capitalidad a Rabat.En los mapas no figuran todas las calles de Fez el Bali, que es un laberinto medieval con más de 9400 calles, muy estrechas y casas muy altas que casi llegaban a tocarse... y casi nos perdemos aquella noche. Entramos en los zocos, donde siguen trabajando como hace siglos. Está el barrio de los sastres, el de los alfareros, carpinteros, etc. Son muy tranquilos, una frase que me gustó a la hora de vendernos algo: “la prisa mata”, “España y Marruecos primos hermanos, la misma cosa...”, así que no tuvimos problemas con el idioma, aunque Montse domina el francés que te cagas, Ra! Por si acaso: 1 Dirham = 0.0907 Euros. 1 Euro = 11.0267 Dirham.Puedes ver puestos de carne sin refrigeración, cabezas de oveja ordenadas en fila, quesitos de ‘la vaca que ríe’ sueltos, retratos del rey ¡de todo! Pero lo más famoso ahí son las alfombras y los objetos de metal labrado.Cuando griten ¡barak! apártate, si no, te atropellarán los burros transportistas. A la mañana siguiente, desayunamos pan con mermelada y café en la terraza del hotel, ¡qué gozada! y luego la camarera, le pasó mi servilleta a otro huésped alemán, jeje. Y a la hora de comer, en otro sitio, el camarero me quita el tenedor, lo limpia con el delantal y se lo pone a otro turista. Si eres escrupuloso, no mires lo que hacen los camareros, o no comerás.Camino a la medina contratamos a Mohammed, un chaval de 18 años que sabía seis idiomas... de oídas. Nos guió por todo Fez durante dos días por un puñado de dirhams.Resulta que en aquellas callejas había palacios abandonados con fachadas de casa normal, pero por dentro eran como la Aljafería! (En la foto de la calleja, dentro había un palacio). Eso me impresionó bastante. Eran medersas (escuelas coránicas) en ruinas, y estaban okupadas por familias enteras y sus gallinas, cabras y patos, y cobraban a los visitantes por custodiarlas. Entramos en varios en esas condiciones. Sin embargo, el acceso a mezquitas y lugares santos está prohibido a los no musulmanes aunque existen algunas excepciones. Visita las mezquitas Karaouine y de los Andaluces.Para mí, Fez es la ciudad más interesante de todas las que vimos. Si te gusta la arquitectura musulmana, te quedarás enganchad@...Visitamos el barrio de los curtidores de pieles. El Suq de la Medina de Fez es una de las zonas más visitadas, ya que allí se lleva a cabo todo el proceso de transformar las pieles animales en productos de marroquinería.
Desde el balcón elevado de una enorme tienda de marroquinería, Mohammed nos mostró una panorámica de la ciudad, y nos iba explicando todo el proceso. Curten y tiñen las pieles metiéndose los hombres en las fosas, como hace siglos, y después las dejan secar.



Y que si queríamos cambiar de color de piel, nos podían meter a las cuatro a remojo en las fosas durante 3 meses. Si entras en la tienda, estás perdid@, y eso que no era barata...También visitamos una farmacia berebere, donde el dueño dijo algo en euskera, en catalán, castellano y demás idiomas; una tienda de alfombras, otra de telas y fulares de seda...
Por la calle se observan mujeres de rasgos ocultos y mujeres sin ocultarlos, hombres tranquilos haciendo un poco de nada a cualquier hora del día, charlando, sin prisa. Tomando menta y mirando la gente pasar desde las terrazas. La prisa mata. Y al caer la tarde salen todos a la calle a pulular, a sentarse en la plaza y pasan de la tele. Se anima mucho el ambiente, aunque por las noches hace frío.

Meknes, está protegida por 16 Km. de almenas, y flanqueada por torres, posee un gran souk (mercado) y el casco viejo figura en la lista de la UNESCO de Patrimonio de la Humanidad, al igual que las ruinas romanas de Volúbilis. Hay que ver las murallas con puertas monumentales, como la puerta de Bab Mansour, la Medersa Bou Inania, los Jardines de los Sultanes...Entramos a un hammam público con las autóctonas por una cantidad de dirhams simbólica... blending with the locals, Ra! Ahí es costumbre y un acto social bajar al subsuelo a bañarte en sociedad a cualquier hora del día. Los hay para hombres y para mujeres. En el nuestro te da un masaje una señora negra, según la tradición. Varios caños de diferentes temperaturas. Salimos de allí nuevas y coloradas. Cenamos en una terraza en la misma plaza El Hedim, que es inmensa y muy animada todo el día, y después aparecieron por allí bailando tribus beréberes y de otros pueblos de Marruecos ya que había un festival para los emigrantes que volvían. Se celebra cada año. Estuvo muy animado.Encontramos un hotel cutre pero maravilloso, no me acuerdo del nombre, lo siento. Era como la Aljafería pero en pequeño, el de recepción era muy simpático. Por 3 € pasabas la noche, y por 1€ podías dormir en la azotea mirando las estrellas... oíamos la llamada a la oración cinco veces al día desde los minaretes, era algo que me encantaba... Lo que sorprende es la miseria que hay: niños, mujeres y ancianos pidiendo limosna... la gente comparte con ellos su comida, y les dan de comer en algún bar... dar limosna forma parte de su religión. Llevábamos cosas para dar, camisetas, bolis, caramelos, comida... El rey Mohammed VI y su padre son omnipresentes, sus retratos están colgados en todos los establecimientos de Marruecos. Es obligatorio.Desde allí, vamos a Volúbilis en un taxi colectivo. Menos mal que el viaje no es muy largo, bueno, 40 km. En un Mercedes destartalado, todos apretujados: tres delante y cuatro detrás, y todos tan contentos. Son excavaciones y ruinas que datan del siglo III y que hay que ver con un guía si te gusta el arte romano.Consejos a seguir o no: hay que regatear, no tengas ningún problema en hacerlo. Cuidado, tuvimos poco... rellenábamos las botellas de los grifos... utilizamos los váteres turcos... si eres escrupulos@ no vayas a Marruecos, ya que la higiene no es muy allá, pero la comida está exquisita... El tajine, la pastilla, que no me pude terminar, el cuscus...los dulces del Magreb y los postres son deliciosos. Es todo buenísimo y barato.
El idioma oficial de Marruecos es el árabe culto. El berebere se extiende por todo Marruecos; el francés es el idioma oficial de la administración y lo utiliza la mayoría. El inglés está más restringido, y el español se conoce sobre todo en el norte.

Rabat: aquí hay una atmósfera islámica y occidental también. Es la capital del país, fundada en el siglo XII donde la familia real tiene su residencia oficial. Hay que ver el Palacio Real, que es espectacular, de construcción moderna, y visitar el Mausoleo de Mohammed V, donde había gente llorando y alguien en voz alta rezando constantemente. Y guardias en las puertas. Lo vi demasiado ostentoso. También hay que ver la Medina (y su zoco), protegida al sur por la Muralla de los Andaluces, la Alcazaba de los Oudaias y la Torre Hassan, inacabada y preciosa, del estilo de la Giralda de Sevilla pero más robusta y situada en una explanada con columnas de mármol. Es una ciudad de árboles, flores, y muchas entradas monumentales, entre las que destacan la Entrada del Embajador y la Entrada de la Kasbah de Oudaia construida en el risco que se levanta sobre el Atlántico, Fuimos a la playa pero no vimos chicas en bikini, aunque sí una escuela de surf a pie de playa. Son playas muy largas que no cubren. Resulta impresionante el cementerio, (véase en la foto), que tomábamos como atajo para ir a la playa, quizá por eso había bastantes desperdicios...Hicimos dos amigos árabes: un surfero y un recién licenciado en Filología hispánica que soltó una gran frase, -otra más- que a mi me gustó mucho: “El moro fino bebe vino y come tocino”. (Tendría que apuntarlas todas en un libro)



Casablanca, es la ciudad más grande de Marruecos. Se la considera la capital económica, por eso el rey decidió que construyeran ahí la Mezquita Hassan II. Sin embargo, la capital oficial y sede del gobierno es Rabat. Dicha mezquita es la mayor del mundo, y su minarete también, con 210 m de altura y con un rayo láser visible a 35 km. a la redonda. Además, la mezquita cuenta con un techo móvil que en sólo tres minutos puede convertir la sala de oraciones en un enorme patio interior.
Es una mezcla de arquitectura tradicional marroquí, tecnología y arte moderno... El exterior de la mezquita ocupa cerca de 30000 m² y puede albergar a unas 90.000 personas. Es suntuosa y excesiva, pero preciosa. Está hecha también para los turistas, lo cual es una excepción, aunque la entrada a la sala de oración sólo les está permitida a los musulmanes. Tuvimos que ponernos un pañuelo sobre la cabeza y descalzarnos. No pudimos recrearnos en Casablanca, pero me dio la sensación de ser una ciudad moderna aunque sucia, y la gente no era tan amable como lo eran en Fez ó en Meknes... Sin embargo, en general, me encantó su hospitalidad y sencillez. Ese viaje me sentó muy bien... Al subir a España, visitaríamos Algeciras, Málaga, Granada...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias que lindo tu viaje y tu relato me encanto leerlo y confirmar mis planes d eir este agno en biocicleta a recorrer Marruecos se que me va a encantar, extrano la vida mas simple, yo soy de argentina y me pase casi todo el agno pasado en bici en asia y extrano.. asi que creo que marruecos sera perfecto para unas tres semanas pedalear al corazon de marruecos y llevarmelo en el mio.. despues pongo un enlace de mi viaje a marruecois aca esta el que ya hice www.elmundoenbici.com
gracias Ivana

RA dijo...

Hola Ivana, este viaje lo hizo una amiga. Me alegro que te haya servido.

Un saludo,

Ra