MADRID EN UN FIN DE SEMANA

Hace mucho estuve en los Madriles y la imagen que tenía era algo cutre, en cambio, después de mi última visita (mayo 2008), Madrid me sorprendió gratamente en cuanto a limpieza, seguridad, y desarrollo turístico. Estaba muy bien señalizada, con pequeñas oficinas de turismos instaladas en lugares turísticos, y algo que me llamo la atención, señales en Japonés. Me parece una gran idea para atraer este gran mercado, que tiene un gran handicap en el idioma.

Otras ciudades sobre las que he escrito en el blog, las he catalogado como ciudades de contrastes, pero en el caso de Madrid, no lo haré así ya que sigue la misma línea, una ciudad bastante tradicional, muy española, sin dejar de ser moderna, donde te puedes transportar a la época de los Austrias, o imaginarte como era la vida a lo largo de 1900.

Esta vez, en vez de poner muchas fotos y texto, voy a innovar y a poner un video que he hecho con imágenes del viaje.

Empiezo mi paseo en 1576 cuando Felipe II establece de manera permanente la Corte en Madrid. Manda construir el Palacio del Escorial y mientras tanto se alojaba en el Alcázar de Madrid, de origen musulmán. A causa de un incendio, el Alcázar ardió y años más tarde Felipe V, en 1739, mandó construir el actual Palacio Real en un estilo Barroco clásico. Sin movernos demasiado en el tiempo, durante la época conocida de los Austrias, podemos pasear por la Plaza Mayor y los alrededores, una concentración de calles sin orden, con palacios e iglesias barrocas, escudos en sus fachadas, y si tenemos paciencia, igual aparece Alatriste. Como edificio más representante de la época tenemos la Plaza Mayor, mandada construir por Felipe III en 1617 aunque ha tenido posteriores reconstrucciones hasta el S. XVIII.

Cambiamos de época si paseamos por la Gran Vía, Puerta del Sol, Callao... nos trasladamos a 1900, cuando Madrid empezaba a ser una bulliciosa urbe alcanzando el millón y medio de habitantes. Primo de Ribera, las Republicas, la dictadura... los edificios son un libro sobre los grandes acontecimientos de España. Edificios ilustres como el Hotel Crowne (Plaza de España), que recuerdan rascacielos de estilo comunista, aunque en este caso de otro tipo de régimen, o muchas tiendas y tascas que seguramente pondrían cafés a la Generación del 98. Paseando por la Gran Vía, entre cines, teatros y tiendas, llegamos a Callao. Aún nos quedaría de visitar la Puerta del Sol, el monumento del oso y el madroño (símbolos de la ciudad), y el cartel luminoso de "Tío Pepe", el Picadilly Circus de Madrid. Antes de movernos e ir a la Cibeles, hay que pasarse por el Palacio Real, uno de los más grandes del mundo y la Catedral de la Almudena, edificio Neo-gótico con unas vidrieras horribles, poco más puedo decir.

Ahora sí, vamos a ver la fuente de La Cibeles, donde los madridistas celebran sus títulos. La diosa vigila el Palacio de las Telecomunicaciones, para mí el más bello de Madrid, que actualmente acoge la Alcaldía de Madrid. Este edificio que ha visto tanta historia y tantas celebraciones de títulos, fue el primer lugar donde se alzo la bandera republicana al proclamarse la República en 1931. Sin irnos de esta zona, cerca de la Fuente de Neptuno donde el otro equipo de la ciudad celebra sus títulos, se encuentra el triángulo de los museos, donde museos de fama mundial con pinturas de los más reconocidos pintores de todas las épocas compiten entre sí. Desde la pintura clásica y sobre todo Española del Museo del Prado hasta el modernismo del Reina Sofía, pasando por el museo Thyssen, podemos disfrutar de grandes obras como Las Meninas o las Hilanderas de Velázquez, grandes obras de Goya como los fusilamientos del tres de mayo o pinturas de su época oscura, El Gernika de Picasso, obras de Miró o Dalí.... Después de casi un día entero de paseos por estos museos, la mejor opción es difrutar de un merecido descanso en el Parque del Retiro.

Por esta vez acabé mi paseo, pero tengo que volver, por que en un fin de semana largo no me dio tiempo a ver todo lo que quería.... además hay que contar que tuve que ver la final de la Euroliga que jugó el Baskonia, y que perdimos. Por cierto no faltó bocadillo de calamares, que los que no me comí yo, se los comió mi amigo David por mí.