SAN TIRSO

Este fin de semana, aprovechando la tregua que nos dio el mal tiempo, nieve y lluvia, me aventuré a subir a San Tirso, 1333 metros en la Sierra de Cantabria. Estos montes alaveses son los que separan la Rioja Alavesa del resto de la provincia, cumbres escarpadas coronadas por varios buzones como el que aparece en la foto (un gallo en este caso).

Para llegar a este buzón hay que andar con cuidado, con un día despejado, ya que con malas condiciones climatológicas se torna peligroso, con caídas de varios metros de altura y estrechos caminos que nos llevan por el cresterío de la montaña.

La subida hasta la ermita de San Tirso no tiene gran dificultad, lo único que hay que conocerse bien el camino para subir desde la vertiente sur, en nuestro caso desde el nacedero de Kripan. Desde la vertiente norte se puede subir desde Bernedo, aunque personalmente me gusta más la que hicimos.

Una vez en la ermita, para llegar al buzón, comienzan las dificultades aunque coronar la cumbre merece la pena por las vistas, desde donde se puede ver San Lorenzo, todos los pueblos de La Rioja Alavesa y la cresta entera de la Sierra de Cantabria. En este punto, para los conocedores del terreno y montañeros con experiencia, se puede realizar la travesía de la cresta entera, de gran belleza pero de cierta dificultad, ya que ambos lados del camino hay varios metros de caída.