MISA GOSPEL EN NUEVA YORK

Si estas de visita en Nueva York no dejes de acudir a una misa Gospel, un espectáculo digno de admiración capaz de poner los pelos de punta al mismísimo Chuck Norris.

Normalmente cuando un viajero acude a Nueva York, tiene que optimizar el tiempo que dispone para visitar la mayoría de lugares que esta fascinante ciudad nos ofrece. El Empire State, el Rockefeller Center, Central Park, una gran variedad de museos, Chinatown, tiendas... No obstante, cada vez son más los turistas que también deciden visitar Harlem y acudir a una de sus misas gospel.

Existen muchas excursiones que se ofrecen en los hoteles donde uno se aloja y que incluso se pueden reservar en la propia agencia donde contratas el viaje o mediante internet. Excursiones que incluyen una misa Gospel, visita a Harlem así como a otros puntos de Nueva York. Sin embargo, Harlem durante el día no es un barrio peligroso, donde se puede llegar en metro, pasear por sus calles y disfrutar del agradable ambiente afroamericano, sin tener que contratar un excursión para ello.

Un sábado por la mañana del 2009, mientras disfrutaba de mis bien merecidas vacaciones en la ciudad que nunca duerme (junto con las Vegas), decidí pasar la mañana en Harlem y visitar alguna de sus misas Gospel. Cogí el metro y me baje en la estación de la calle 125 (lenox avenue). Comencé a pasear sin rumbo fijo y encontré una pequeña iglesia de donde procedía música, lo que me invitó a entrar. Había bastante gente, con un grupo de turistas bastante grande que habían contratado una excursión de las que antes había comentado. La misa era bonita, pero había algo que me decía que aquello no era el tipo de acto religioso que yo imaginaba, faltan cánticos, pasión y todo aquello que la industria cinematográfica americana nos enseña, por lo que nos fuimos en busca de alguna otra iglesia. Solamente hace falta pasear y dejarse llevar por notas musicales que provienen de los edificios o, más fácil, preguntar a algún lugareño para encontrar una iglesia con misa gospel.

La suerte nos fue a llevar a la Baptist House of Prayer, en la 80 - 82 West 126th street, entre lenox y la quinta avenida. El edificio más biren parecía un bloque de viviendas que una iglesia y el interior era bastante simple. El acto aún no había empezado, aunque unas señoras muy agradables nos invitaron a entrar y a ir eligiendo sitio. No había mucha gente, y tampoco iban demasiado preparados para la ocasión, aunque cuando comenzaron a cantar, a bailar y a rezar, el reloj se paro, los pelos se me pusieron de punta y pude disfrutar de unas de las más maravillosas experiencias que jamás haya vivido.

Resulta muy emotivo ver como gritan, lloran y ríen, como todos participan y como invitan a los asistentes a participar; contagiándote una extraña felicidad que es dificilmente expresable en palabras. Ahí estuve dos horas y cuando me fui, aún seguían.

Muchas veces, el hecho de salirse un poco de lo típico y tópico nos hace descubrir y disfrutar de personas y lugares que, sino, jamás nos hubiésemos imaginado que existirían.