Bulgaria

Sofia, ciudad de contrastes

De camino al centro de la ciudad una vez que llegas al aeropuerto, te puedes hacer una idea de lo que te vas a encontrar: grandes barrios con bloques comunistas, carros tirados a caballo, algo exótico diferente a nuestra imagen deplayas paradisíacas con aguas cristalinas. El exotismo de un país que ha estado ocupado por el Imperio Otomano y liberado por el Imperio Ruso, siglos más tarde bajo un régimen comunista, una herencia que se nota en el ambiente. Una vez entrando al centro de la ciudad, la imagen de grandes bloques cambia a algo más “Europeo” con avenidas, parques, iglesias ortodoxas, calles adoquinadas,antiguos edificios comunistas…Una de las cosas que me llamó la atención, es un cruce en el cual aún hay un guardia en una cabina que maneja los semáforos y regula el tráfico. Los antiguos trolebuses y tranvías por las calles adoquinadas llaman la atención al viajero y lo transportan con la imaginación a la época de principios del siglo pasado. El centro de Sofía se puede visitar en un día y a pie. Cuenta con muchos edificios construidos en la era comunista (me encanta el arte comunista) que ahora albergan diferentes oficinas del gobierno. Hay muchos parques, como en el de “Borrisova Gradita” donde se puede ver una de las pocas esculturas de la era comunista que quedan en la ciudad, en la cual aparece un trabajador, una campesina y un soldado con un rifle Kalashnikov. A pesar de la ocupación Rusa,varias Iglesias de los siglos XI-XII se han conservado en la ciudad pero de una manera muy curiosa. Para que dichas iglesias no fuesen destruidas durante la época comunista, podemos decir que las escondieron, como la de la Rotonda de San Jorge de estilo bizantino, cerca del hotel sheraton, que esta en el patio de la residencia del presidente del gobierno. Aparte de estas iglesias, hay iglesias ortodoxas, siendo la más destacada la catedral de Alexander Nevsky, que aunque sea de construcción reciente, la catedrales impresionante por la cantidad de arcos que tiene en el exterior, el interior y las cúpulas recubiertas de oro. La ciudad me pareció muy agradable, incluso tranquila, y el centro seguro. Por la noche me aventuré a tomar algo a algún bar, se me fue la cosa de las manos y llegue a… bueno eso ya no importa. Hablan de la mafia, pero eso son cosas suyas que no tiene nada que ver con los visitantes.