ZAGREB
Estando unos días en Liubliana (Eslovenia) de vacaciones, aprovechando su cercanía a otras capitales, decidimos acercarnos a Zagreb ya que se encuentra a tan sólo 148 km. A pesar de que por carretera se puede llegar en dos horas, por comodidad decidimos tomar el tren. Un tren que tarda unas 3 horas, se coge en la estación central de Liubliana y te deja en pleno centro de Zagreb; a través de unos impresionantes valles que hacen el viaje más llevadero.
Una vez se llega a la frontera de Croacia y se pasan los pertinentes controles de pasaporte, en diez minutos se alcanza la capital croata. La estación central desemboca en la plaza Trg Kalja Tomislava, en pleno centro de la ciudad. Una gran plaza ajardinada rodeada de impresionantes edificios barrocos y neoclásicos, entre los que destaca el pabellón del arte, que no tenía nada que ver con lo que me esperaba de Zagreb. De hecho, no me tenía ni idea de lo que me iba a encontrar en esta ciudad, pero lo que veía me gustaba mucho.
Una plaza bastante larga que nos llevará a la zona comercial de la ciudad, más concretamente a la plaza Trg Ban Josip Jelacic, donde se encuentra la estatua de un personaje que recibe el mismo nombre. En Croacia Josip Jelacic es considerado un héroe nacional, motivo por el cual durante la ocupación Yugoslava esta estatua se quitó de la plaza.
Justo encima de este lugar esta la zona antigua de la ciudad, también conocida como Kapol, donde se encuentran algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Entre ellos, cabe destacar la imponente Catedral de Zagreb o la pintoresca iglesia de San Marcos, más conocida por el tejado decorado con tejas de colores formando los escudos de las diferentes regiones de Croacia.
Kapol es una zona muy agradable para pasear que conserva cierta esencia medieval en sus puertas o edificios, como la torre Lotrščak que data del siglo XIII y servía como punto de defensa de la puerta sur que daba acceso a la ciudad amurallada. En el siglo XIX se añadió una última planta con un cañón, que servía y sirve para tocar las 12 del mediodía y, además, permitía sincronizar los relojes de las iglesias de la ciudad.
Desde esta torre se puede disfrutar de una maravillosa vista de toda la ciudad, ya que como gran parte de las ciudades medievales, ésta se encuentra en un alto.
Otra manera de acceder a Kapol, desde la parte comercial de la ciudad, es mediante un pequeño funicular que se encuentra cerca de la Plaza Tgr Ban Josip Jelacic, en la calle Tomic que desemboca a la avenida comercial (calle Illica). Este funicular, como ya decía, es muy pequeño y además el recorrido que realiza es de los más cortos del mundo.
Zagreb es una ciudad muy bonita, auténtica, cosmopolita, señorial, con muchos restaurantes, bares, tiendas y mucho ambiente donde el idioma no es problema, ya que sus habitantes son muy amables y no tendrán ningún problema en hacerse entender. Nosotros comimos en un restaurante que se llamaba Stari Fijaker, nos trataron muy bien y comimos mejor. Era un restaurante bueno, algo caro para lo que es Croacia pero al cambio, para la calidad y el lugar, muy bien de precio. Se encuentra en la calle Mesnička 6, en una perpendicular a la calle Illica.
1 comentario:
Qué bonito Ra. Otro destino más apra apuntar a la lista de lugaes por visitar, que ya es inmensa. Un besazo
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