BRUSELAS

En el trayecto en taxi del aeropuerto a la ciudad (que también se puede hacer en tren), empiezan a llamarme la atención la gran cantidad de banderas de diferentes países europeos que se ven por sus calles. Mucho edificio diplomático, hoteles de grandes cadenas..... que raro ¿no?. Pues no es raro ya que nos encontramos en la capital administrativa europea donde están la mayoría de órganos de la UE así como el parlamento. La verdad que a mí esto me interesa más bien poco, y me centro en lo que de verdad me gusta ¿qué podemos hacer en Bruselas?. Por supuesto que se pueden visitar los edificios oficiales, por ejemplo el parlamento como se ve en la foto (enviada por Bea), pero la verdad que a mí no me llama mucho.

Bruselas es una ciudad muy bohemia, con muchos cafés, restaurantes y cervecerías. Vaya, ¿quien ha mencionado la palabra mágica? Siiii, cerveza!!!!! estamos en el país con más tipos diferentes de cerveza, sobre todo las conocidas cervezas de Abadía. Estas cervezas, normalmente de trigo, se elaboran con el mismo método que usaban los antiguos monjes. La cerveza Belga se caracteriza por su alta graduación, llegando a haber algunas cervezas con más de 10ºC cuando una cerveza normal anda por los 5ºC. Hay cervezas de frambuesa, negras, tostadas... todo un paraíso para los cerveceros. Ya que he tocado este tema, empezaré mi visita turística por el bar Delirium Tremens, bar oficial de la cerveza que tiene el mismo nombre. Se encuentra en la calle Impasse de la Fidelité 4A, en frente de la desconocida Jeanneke Pis, como el mannequin pis pero en chica.

Una vez dentro del bar podremos elegir entre una carta que tiene más de mil tipos diferentes de cervezas traídas de todo el mundo. En este bar suele haber conciertos y bastante ambiente cualquier día de la semana. Por la zona de Delirium Cafe nos encontramos cerca de la calle rue des bouchers, donde están los bares de mejillones, comida típica belga. Uno de los más conocidos pero a la vez más turísticos (toda la zona lo es) es el Chez Leon, donde hay bastante gama de mejillones para elegir: los típicos con patatas fritas, con pasta, con arroz etc...

Estamos a tiro de piedra de la Grand Place. Esta plaza fue bombardeada por los franceses en 1695, donde solo se salvo el ayuntamiento, gran muestra de arquitectura civil del arte gótico. El resto de edificios fueron reconstruidos a semejanza de los que fueron bombardeados en estilo renacentista y barroco. Quizás estemos ante una de las plazas más bellas del mundo, bien por las proporciones, los edificios, la mezcla de olores de chocolate y gauffres... quien sabe. El ayuntamiento quizás sea el edificio más característico y el más curioso, ya que cuenta con unas 230 estatuas que se pusieron en 1840 para representar a los duques de brabante que gobernaron desde el año 580 hasta el 1564. Si nos fijamos en la punta de la torre, en cuya punta se encuentra una imagen de San Miguel que es el patrón de la ciudad, no esta en línea recta con la puerta principal de entrada al edificio, lo que se dice que molestó tanto a su constructor que decidió suicidarse.

Por la zona también podemos visitar la imagen de la ciudad, el Mannequin Pis, es decir, el niño que mea en la esquina de la calle rue de l'Etuve y Rue du Chêne. Si seguimos paseando por esta zona y nos dejamos llevar por el maravilloso olor de las tiendas de chocolate o de los puestos de Gauffres podremos encontrar otros interesantes lugares como el Museo de Tin Tin o la catedral de San Miguel y Santa Gúdula. En la catedral me sorprendió especialmente el interior con su altura y las figuras barrocas de grandes escultores brabanzones ( Jérôme Duquesnoy hijo, Lucas Faid'herbe, Tobie de Lelis ) en los pilares de la nave central. La altura, los arcos ojibales, las vidrieras... delatan su condición gótica. Comenzó siento una catedral románica, que en la cripta aún se pueden ver algunos restos de los cimientos, aunque con la llegada del gótico y el esplendor de la época, se construyó un edificio gótico más acorde con los tiempos que demostrase la devoción de la ciudad hacia dios. Otra cosa que no hay que dejar de visitar son las preciosas vidrieras del crucero que datan del siglo XVI en las cuales se puede ver representado: a Carlos V y su espoca Isabel de Portugal en adoración al santo sacramento en compañía de Carlomango y y Santa Isabel de Hungría en la primera vidriera y en el lado opuesto se puede ver a Luis II de Hungría y a su esposa María, hermana de Carlos V, arrodillados ante una trinidad vertical, con San Luis, la virgen y un niño. Es curioso por que el Carlos V que tanto aparece representado es el sucesor de los reyes católicos, Carlos I de España, quien puso la región bajo dominación española.

La verdad que Bruselas no da para mucho más ya que en general es una ciudad bastante sucia y fea. Otros lugares de interés son el Atomiun y esa zona pero se encuentra bastante lejos del centro ya que hay que coger el metro dirección Roi Baudouin (línea amarilla) bajándose en la parada de Heysel. En esta zona esta el Atomium, la feria de Bruselas y el parque temático de mini europa. Este parque temático es un lugar donde se pueden ver los edificios más representativos de varios países pero en miniatura, lo cual es bastante curioso. El Atomium, que es junto al mannequin pis la otra imagen de la ciudad, fue construido por André Waterkeyn con motivo de la Exposición Universal de Bruselas de 1958 y cuenta con una altura de 103 metros. Esta estructura esta formada por 9 esferas de 18 metros de diámetro unidas entre si por túneles dando la imagen de un átomo gigante. Es bastante bonito subir a la esfera más alta desde donde se puede admirar una preciosa vista de la ciudad y de la feria de Bruselas, construida en un estilo que nos recuerda a edificios de arquitectura comunista.

Para mi Bruselas es una ciudad donde parar un día o como mucho dos. Otra opción interesante es establecerse en esta ciudad para visitar en tren, que funcionan de maravilla, otros puntos del país como por ejemplo Flandes, Gante o Amberes, aunque esto lo contaré en otro momento.