ROMA
ROMA, la ciudad museo
Yo creo que es uno de los viajes donde mejor me lo he pasado, simplemente por la compañía. Fui a Roma con antiguos compañeros de la escuela, un saludo para Carlos, Edu y Juan. Yo volaba desde Londres, Juan desde Santander y Edu y Carlos estaban en un pueblo de Italia ya que trabajaban allí.
Roma, mires donde mires, hagas lo que hagas hay algo para ver. Nunca antes había visitado Italia, y era verdad lo que me habían dicho mi amigo Eloy, Roma es un museo viviente.
Una vez en la ciudad, empezaré por la zona del foro, que es un laberinto de ruinas de la antigua ciudad Romana, que en su época de esplendor llego a tener un millón de habitantes. El foro concentraba el comercio, los negocios, la prostitución, la religión y la administración de justicia, quedando plasmado en un laberinto de edificios. Justo alado, está el arco de triunfo de Constantino y el Coliseo, lugar donde tuvieron lugar luchas de gladiadores, de barcos… una imagen conocida por todo el mundo que ha ambientado miles de películas, libros, relatos… Recomiendo los atardeceres del coliseo vistos desde alguno de los parques de los alrededores, lejos de todos los grupos organizados de turistas.
Cerca de la zona del Coliseo y foro se encuentra la Iglesia de San Pietro Vincoli, lugar donde se puede visitar el Moisés de Miguel Ángel. A mi sorprendió que se encontrase en esta iglesia, ya que hay que caminar un poco y salirse de las corrientes de turistas para llegar. De todas maneras es una obra de arte increíble debido a la perfección y proporciones que el artista consigue. La leyenda dice que al acabarla, Miguel Ángel se le quedo mirando y le tiro un martillo a la vez que gritaba: Levantate!!!
El centro de Roma esta lleno de pintorescas plazas como La Plaza Navona (obra maestra barroca), La plaza de España con su preciosa escalinata o La plaza de Venecia, (mandada construir para conmemorar la independencia de Italia). Esta última es una muestra de grandiosidad de la época, pero sin duda con lo que más disfruté fue perdiéndome por las calles del centro, entrando en las iglesias que ni siquiera aparecen en el mapa, callejeando hasta encontrarte con la Fontana de Trevi o el Panteón, templo dedicado a todos los Dioses. Por cierto no dejéis de ir al barrio de Trastevere, ya que hay muchos restaurantes que dan menús del día muy bien de precio y aparte es un barrio muy auténtico. Algo que me pareció muy curioso fue la Iglesia de Santa Maria de Trastevere, a primera vista una iglesia más, pero una vez en el interior te das cuenta que las columnas de la nave son las de un antiguo templo romano. Para aquellos que aún tengan ganas de ver la noche romana, se pueden quedar por esta zona; buen ambiente, buena gente y buenos bares.
Roma, mires donde mires, hagas lo que hagas hay algo para ver. Nunca antes había visitado Italia, y era verdad lo que me habían dicho mi amigo Eloy, Roma es un museo viviente.
Una vez en la ciudad, empezaré por la zona del foro, que es un laberinto de ruinas de la antigua ciudad Romana, que en su época de esplendor llego a tener un millón de habitantes. El foro concentraba el comercio, los negocios, la prostitución, la religión y la administración de justicia, quedando plasmado en un laberinto de edificios. Justo alado, está el arco de triunfo de Constantino y el Coliseo, lugar donde tuvieron lugar luchas de gladiadores, de barcos… una imagen conocida por todo el mundo que ha ambientado miles de películas, libros, relatos… Recomiendo los atardeceres del coliseo vistos desde alguno de los parques de los alrededores, lejos de todos los grupos organizados de turistas.
Cerca de la zona del Coliseo y foro se encuentra la Iglesia de San Pietro Vincoli, lugar donde se puede visitar el Moisés de Miguel Ángel. A mi sorprendió que se encontrase en esta iglesia, ya que hay que caminar un poco y salirse de las corrientes de turistas para llegar. De todas maneras es una obra de arte increíble debido a la perfección y proporciones que el artista consigue. La leyenda dice que al acabarla, Miguel Ángel se le quedo mirando y le tiro un martillo a la vez que gritaba: Levantate!!!
El centro de Roma esta lleno de pintorescas plazas como La Plaza Navona (obra maestra barroca), La plaza de España con su preciosa escalinata o La plaza de Venecia, (mandada construir para conmemorar la independencia de Italia). Esta última es una muestra de grandiosidad de la época, pero sin duda con lo que más disfruté fue perdiéndome por las calles del centro, entrando en las iglesias que ni siquiera aparecen en el mapa, callejeando hasta encontrarte con la Fontana de Trevi o el Panteón, templo dedicado a todos los Dioses. Por cierto no dejéis de ir al barrio de Trastevere, ya que hay muchos restaurantes que dan menús del día muy bien de precio y aparte es un barrio muy auténtico. Algo que me pareció muy curioso fue la Iglesia de Santa Maria de Trastevere, a primera vista una iglesia más, pero una vez en el interior te das cuenta que las columnas de la nave son las de un antiguo templo romano. Para aquellos que aún tengan ganas de ver la noche romana, se pueden quedar por esta zona; buen ambiente, buena gente y buenos bares.
Aparte Italia es como España, que a la gente le gusta hablar. Una vez en un autobús preguntamos al conductor como se llegaba a Trastevere y al final, menos el conductor acabo todo el autobús a gritos para decirnos como llegar, encima nuestro amigo Eduardo que durante el viaje estuvo bastante sembrao, no hacía más que seguirles la corriente... por lo que el cachondeo fue mayor. Estos viajes te sorprenden, es verdad, en este viaje pude ver lo ágil que es Juan, que se durmió y si no llegaba a la parada en cinco minutos, perdía el autobús y por lo tanto el avión. Salto de la cama y en plan matrix, en el aire se puso los pantalones y la camiseta... sin comentarios. Cuando viajas te encuentras con gente de los más variopinta (ojo, lo mismo pensarán de mí), pero en este caso en el hostal que nos estábamos quedando había una mejicana que había ido a Roma para casarse con un chico que conoció en Méjico durante poco tiempo. Lo mejor de todo es que ella solo sabía que el tío este vivía en Roma y por lo tanto el chico no sabía ni que ella estaba allí, ni que se quería casar con el...
1 comentario:
Ayyy Ra qué historias nos cuentas. Pues sí, la verdad que la ciudad de Roma es como un museo andante. Todo lo que se ve en ella es de gran belleza y digno de admirar.
Yo, me quedo con la Basícila de San Pedro y la Plaza del Vaticano. La amplitud de las plaza y la luminosidad de la Basílica...
Y, sin duda, lo que dices tú. Andar por el centro sin rumbo fijo y ver iglesias que ni siquiera salen en los mapas. Para los que amamos el arte como nosotros, sin duda una ciudad para disfrutar con los 5 sentidos.
Muy buen relato Ra.
Un beso!!
*Bea!*
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