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martes, 8 de abril de 2008

SENSACIONES EXTREMAS: EL DESIERTO


Nos encontrábamos en Australia, a bordo de una pequeña furgoneta que a saber cuantas veces ya había pasado por ese mismo lugar. El siguiente pueblo estaba a 500 kilómetros y el anterior a 300. Cada vez que dejabas una gasolinera, señales de tráfico te recordaban que hasta 150 km más adelante no encontrarías más surtidores, era el desierto, era el Outback. Rectas de 15 kilómetros, camiones de 3 cuerpos llamados trenes de carretera, un coche cada media hora, animales muertos y huesos en la cuneta de la carretera. Solo estábamos nosotros y el desierto, - ¿qué nos depararás? - nos preguntábamos.


Pasábamos días enteros en la carretera sin pasar por ningún pueblo, cuando la noche caía cualquier lugar era bueno para dormir y si había suerte y coincidía, podíamos hacerlo en una gasolinera. La vista únicamente alcanzaba a ver llanuras rojizas que chocaban con el contraste del cielo azul. Monotonía en el paisaje que se rompía con pequeñas montañas rojizas, como las de las películas de western que tanto gustan a mi abuelo. El cuerpo se pegaba al asiento y el brazo que coincidía con la ventanilla acababa del color de la tierra. Alguna vez Emus y Canguros intentaban hacernos el viaje más agradable con carreras en el horizonte. Otras veces eran los bosques de termiteras los que nos distraían y el resto del tiempo, simplemente era la monotonía y el aislamiento, lo que hacía de aquellos momentos tan especiales.

Lentamente el sol iba perdiendo fuerza dando paso a la otra cara del desierto, la noche. Miles de puntos empezaban a florecer en el cielo formando un jardín de estrellas, un mar de luces que inundaba el desierto refrescando el caluroso legado del día.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonita sensación no, Raúl? Sobre todo cuando caía la noche. Contemplar las estrellas de esa manera tiene que ser algo muy especial.
Gracias por compartirlo con nosotros.
¡Un besazo!

dani dijo...

ahi lo tienes, para toda la vida. Debe ser muy extraño, casi como atravesar la peninsula sin cruzarte con nada, no me lo acabo de imaginar.
Por cierto, fotos bastante buenas.

Sandra S. dijo...

Que buena puesta de sol!!! en el desierto se debe ver genial!!!
Aunque debo reconocer que le temo al desierto :) eso si es aventura ...

Cariños....sigue relatándonos el viaje si?

RA dijo...

Buenas bea, la noche es la mejor parte.

Dani: Pues más o menos es como cruzarte la península y que solo haya un pueblo y 6 gasolineras. La verdad que las fotos me gustan y eso que las hicimos con una cámara digital de lo más normal. La del atardecer me parece preciosa.

Sandra: Este viaje esta contado entero en la sección de Oceanía, lo que pasa que el otro día me dió por relatar solo esta parte.

Saludos

Milady dijo...

Cuando fuimos a ver Abu Simbel, en el viaje a Egipto, nos montamos en un bus que nos llevaba desde las 3 de la mañana. Atravesabamos todo el desierto y nos quedamos todos absolutamente dormidos. Y justo me desperté en el instante en el que el sol aparecía por el horizonte. Y la sensación fue increíble. Como las que causan tus fotos de Oceanía. Un beso enorme.

Anónimo dijo...

Hola amigo, que buen viaje por el desierto, pero bueno de verdad que creo me aburriría kms y mas kms de no ver mas que desierto, me imaginé el recorrido viendo esos animales muertos por el camino, además de soportar el fuerte calor. Bonitas fotos.

Saludos amigo

jucaralva dijo...

Tu relato da una sensación de tranquilidad, de sosiego que parece predecir un futuro bastante más movidito. La etapa en sí ya es toda una declaración de emociones, el desierto ayuda a mirar hacia uno mismo...¿te viste reflejado en el espejo?
Muy interesante. Saludos

RA dijo...

Hola Jucaralva, pues si me ví en el espejo, ya que había tantas horas de tiempo libre que daba tiempo para mucho.

Un saludo y muchas gracias por el comentario.

RA

Tawaki dijo...

Quiero ir a Ausralia desde que tenía 5 años, pero al final fui primero a Nueva Zelanda.

Llevo esperando que publiques algo de allí desde que vi la cabecera de tu blog. Tiene que ser un país apasionante.

Un abrazo

RA dijo...

Tawaki, en el enlace a Oceanía tienes historias de australia para aburrirte.

Saludos,
RA